Rebuscando por internet me he encontrado con una sorpresa: el blog y la novela celular están considerados por algunos como géneros literarios.
Por mi parte, como creador (aunque sea obligado) de este blog no me considerado estar haciendo nada que pueda clasificarse como género literario. Mi opinión no es que valga mucho y bien puede ser que todo esto sea parte de una nueva corriente literaria nacida de la aparición de Internet y otras tecnologías. No sería de extrañar. ¿Sin la sería diferente la clasificación que hoy conocemos?
Esto, el blog digo, se parece más al periodismo que a la literatura. Un blog no deja de ser una narración de acontecimientos vistos desde un punto de vista particular. Por mucho que uno se remonte a distintos temas y distintas aplicaciones de la web 2.0, aquella que usa los elementos interactivos para crear los contenidos por los usuarios, lo que aquí prima es la persona, y ésta es tan actual como ella misma.
Las críticas no han tardado en llegar, casi todas centrándose en la poca calida de las obras. De la pobreza de contenidos estamos ya sobrados con Internet y la televisión. Habrá que ver.
Es curioso, buscando un poco más en google no encuentro mucha más información acerca de este novedoso género. Lo más relevantes lo dice El País.
La novela celular, por su parte, nace en Japón. Sus autores son en su mayoría jóvenes que escriben novelas, principalmente de contenido amoroso, en el teclado del teléfono móvil. En 2000 una web de internet dedicada a la creación de páginas, Maho no i-rando, se percató de que muchos usuarios estaban escribiendo novelas en sus blogs o diarios en línea; entonces, adaptó su software para permitirles a los usuarios cargar obras en proceso y que los lectores ofrecieran comentarios al respecto, creando la novela serial a través del teléfono celular. Sin embargo, el número de usuarios que suben novelas empezó a dispararse hace dos a tres años y el número de novelas registradas en el sitio alcanzó un millón el mes pasado, con base en datos de Maho no i-rando. Desde el 2003, los primeros puestos de las listas de best-sellers niponas aparecen literalmente tomados por los libros originalmente telefoneados y luego impresos.
Las críticas no han tardado en llegar, casi todas centrándose en la poca calida de las obras. De la pobreza de contenidos estamos ya sobrados con Internet y la televisión. Habrá que ver.
El caso de Rin es ejemplar. Tiene 21 años, ha escrito “If You”, una historia trágica de amor entre dos amigos de la infancia, en los últimos seis meses, durante los traslados en medios públicos de transporte desde su escuela hasta el lugar donde tiene un trabajo a tiempo parcial. Desde ahí subió el texto a Maho no i-rando. El caso es que los lectores decidieron por votación que “If You”, dejo el enlace aunque no creo que se entienda mucho, era su favorita. Y se ha editado en formato normal, un libro de 142 páginas y tapas duras. Ha vendida 400.000 ejemplares y se ha convertido en el quinto best seller de 2007.
Y razón no les debe faltar a los japoneses que leen estas noveles en el metro, con el tiempo que uno se pasa viajando al día…
Santiago Roncero
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